martes, 31 de mayo de 2011

A miles de kilómetros o entre mis brazos...

El Dr. G pasa con nosotros su primera noche de guardia tras el largo periplo alrededor del mundo de la semana anterior, en que, con gastos pagados por la empresa, hizo el trayecto Barcelona – Doha (Qatar)- Manila (Filipinas) y regreso, la vuelta al mundo en cinco días, aunque eso sí, en primera clase.

Sí, lo sé, estáis pensando en los viajes de Pseudosocióloga, ¿verdad? Yo también, y me moriría de envidia, como cuando leo las entradas viajeras de nuestra colega blogger, si no fuera que en el caso del Dr. G sé exactamente lo que iba a hacer en Manila, y en mi caso dar una conferencia sobre regeneración tisular a un grupo de dermatólogos filipinos me parece una pesadilla. Además la empresa, que no ha ahorrado gastos, pagándole el billete en Qatar Airways y en primera clase, o sea, a todo lujo, sí ha hilado fino en cuanto al tiempo de desplazamiento, justo lo mínimo necesario para llegar a Manila tras descansar solo tres horas en tránsito en Doha, dar la conferencia del tirón, dormir una noche en Manila, y regresar a Barcelona. Un palizón.

El Dr. G se explaya detallándome los lujos asiáticos del Spa del que disfrutó en el hotel en el que se alojó en Manila, y en cierto momento me dice que le recuerda la decoración de un "spa" (llamémosle así)  barcelonés que he oído mencionar varias veces como lugar idóneo, por equipado y discreto, para procurarse placeres en pareja. Vamos, la clase de sitio donde nadie va solo.

-Sí, me lo han recomendado – le digo al Dr. G -  Pero no sé... - ¿Tú has ido con tu mujer?

El Dr. G dibuja en su rostro una sonrisa condescendiente, apoya su mano en mi hombro y adopta el rol de padre comprensivo dando lecciones sobre la vida a su hijo adolescente.

-Ay, Jan, Jan... No seas ingenuo... Hay sitios a los que ir con tu mujer, y sitios a los que ir con las mujeres de otros...

Me molesta de pronto el comentario. Lo sé, no nací ayer, yo también he tenido aventuras con mujeres casadas, de las que, no estando orgulloso, tampoco voy a renegar ahora. Pero de ahí a regodearse en público y pedir que le riamos la gracia... Así que pongo cara beatífica, dibujo una sonrisa imbécil sobre ella, y hablo con acento de acabar de venir de la más remota aldea montañesa de los Picos de Europa.

-No sé como puede ser eso, Doctor, yo siempre voy con mi mujer a todas partes...

La sonrisa condescendiente se torna en la cara del Dr. G en rictus de desprecio, cosa que me paso por el arco del triunfo, y el viajero galeno se aleja buscando público más receptivo a sus historias.

Me quedo solo, reflexionando sobre el fin de semana que he pasado entero con Elma, trabajando los dos como animales para limpiar, poner en orden y buscar espacio para sus cosas en mi piso, que pronto, no sé cuando, lo antes posible, será NUESTRO piso, porque ya no podemos permitirnos dos casas abiertas. En sesenta horas, mientras el Dr. G recorría el orbe entero, nosotros no habremos pisado la calle más de dos veces para tirar bolsas de basura en el contenedor. No ha hecho falta más. Encerrados en setenta metros cuadrados, cansados, sudorosos y mal vestidos, nos hemos sentido mejor y más felices, seguro, que yendo y viniendo de las antípodas. Y es que soy capaz de recorrer miles de kilómetros sin moverme de la habitación con tal de que Elma esté a mi lado.

No soy un santo de madera, tengo tentaciones, que ya he dejado dicho que me gustan las mujeres más que a un tonto un lápiz. Pero no necesito caer en ellas. No me aportarían nada que no me pudiera dar Elma, más y mejor.

Sin darme cuenta de que he empezado a hacerlo, me sorprendo a mí mismo tarareando esa vieja canción de El Ultimo de la Fila, Lejos de las Leyes de los Hombres:

He visto las maravillas de la creación
Sin ni tan siquiera abrir los ojos
Y tú siempre has estado a mi lado
A miles de kilómetros o entre mis brazos...

10 comentarios:

Madame dijo...

jaaaaa hombres como ese dr nunca faltan... por ello que ya es díficil creer en la palabra de los hombres...
pero buenoooo lo mejor lo tienes en c casa Jan, alguien que te ame y alguien a quien tu amas..
besos y abrazos Jan, nos estamos leyendo.

la MaLquEridA dijo...

Me gusta tu forma de pensar porque habla muy bien de ti, cuantos de esos doctorcetes van por la vida dándoselas de muy de mundo cuando en realidad no son más que bazofia.


Abrazo Jan.

Misaoshi dijo...

Genial tu entrada.

Además tu manera de pensar en cuanto a Elma me recuerda a cómo habla Sergio ante la infidelidad y cómo la detesta, y es lo mejor en nuestra relación a distancia, que no me tengo que preocupar de lo que diga la gente en plan "seguro que se va con otra" cuando viajo a otro sitio que nos sea a verle. Siempre he pensado que el que opina así es porque esa persona sí lo haría. En cambio ni él ni yo podemos desconfiar porque opinamos igual. He llegado a pensar bien de su primo cuando su tía decía "ha traido a una chica a casa esta noche que no era su novia y me ha dicho que ella dormía y él estuvo toda la noche en el ordenador", yo defendiendo al primo hasta que el tío dijo "claro,y los gemidos debían ser de la peli porno que veían a todo volumen"... claro que no todos opinamos igual xDDD pero como yo he dormido en casa de un amigo (la siesta, eso sí) mientras él pasaba la tarde en el ordenador me lo creo XDDDDDDDDDDD

Ains, si es que de verdad, que no vale la pena.

Doctora Anchoa dijo...

Pues a mí me da pena el Dr G. En su vida va a saber lo que significa que una persona te llene tanto que no necesites más. Me ha molado lo que has contado de Elma y tú preparando el piso; me recuerda a cuando El Ese y yo hacíamos lo mismo, hace un añito. Qué bien nos lo pasamos.

la reina del mambo dijo...

Ese doctor es como para sentir pena por el.
Un beso

Anónimo dijo...

Pienso como Misa. Yo tengo una relación a distancia y ni mi pareja ni yo desconfiamos el uno del otro. De todas formas si quieres hacer algo no tienes que viajar al quinto pino. Para mi la fidelidad es muy importante y doy gracias que mi pareja piensa como yo en ese sentido. En realidad ese doctor es digno de pena. ¿De qué le sirve estar casado si está haciendo el capullo por ahí? Se está mucho mejor como tu dices, con la persona que amas haciendo hasta la cosa más tonta.
Un beso.

Onara dijo...

Ole ole ole, Jan... genial... me ha encantado... es gratificante ver que quedan hombres sensatos y honestos!

;-)

Me ha gustado mucho tu entrada.

Besos!

EriKa dijo...

El Dr..G necesita inflar un poco el Ego, por eso necesita público para contar sus batallitas, yo he conocido a alguno de esos..y luego en casa la mujer lo lleva más recto que un palo de escoba.

Me ha gustado tu frase hablando de tentaciones..."no me aportarían nada que no me aportara Elma, más y mejor".

Besitos.

El guardian del Faro dijo...

Así que ahora tengo a dos mujeres a las que envidiar, Pseudosocióloga.... y Elma.

Espero que alguien me cante esa canción, y poder cantársela a alguien. :)

Beso

pseudosocióloga dijo...

Está muy bien leer que un hombre no se jacta de sus aventuras extra-parejiles(aunque no sé si te has referido solo a tus aventuras con mujeres casadas y se te han olvidado las que tuviste estando tú casado, ejem), es de agradecer.
¿Que spa es ese?