viernes, 30 de septiembre de 2011

Misterios de la Planificación (y II)

Es un misterio, en verdad, que se permita un cambio de guardia entre compañeras que no tienen jornadas laborales equivalentes.

La compañera del Turno de Tarde viene por la compañera del Turno de Noche, pero solo las ocho horas que corresponderían a su jornada habitual de tarde, concretamente de 23:00 a 07:00, y no las diez que debería hacer como hacemos los demás trabajadores de Noche, de 22:00 a 08:00.

¿Cómo puede permitirse esto, como se tolera que se cambien diez horas a cambio de ocho?

Pero es que aún hay más, porque se permite este desbarajuste sin ni siquiera comprobar que sea en un día, que los hay, en que los compañeros que en el Turno de Mañana hacen las funciones de las chicas que se intercambian guardia entren a las 07:00, y en cambio, por ignorancia o estupidez, que no hay más opciones, se realiza este aberrante cambalache un día en que entran a las 08:00, de modo que durante una hora, de 07:00 a 08:00, el puesto queda vacío, y sus tareas nos las tenemos que repartir a suertes entre los demás.

¿Qué importa, qué importa nada, si alguien, uno u otro, lo hará, se esforzará, cubrirá con su sudor y su buena voluntad los fallos del sistema, los errores de los responsables, la desidia de la Dirección?

Bien, si así lo quieren, así será, pero que luego no hablen pomposamente de Planificación...

Misterios de la Planificación (Primera Parte)

En primavera, Dirección pidió a Helena (con hache) que no solicitara ni disfrutara los días personales que le quedaban por solicitar y disfrutar, todos los del 2.011 y algunos pendientes del 2.010, que los dejara para después del verano.

Para convencer a Helena (con hache), porque en ese momento interesaba, y mucho, convencerla, se le prometió que no se le aplicarían las estrictas normas que sobre materia de días personales rigen en mi empresa, que cuando le fuera bien a ella, siempre después de verano, se le permitiría pedir varios días personales juntos, o pegados a vacaciones, en fin, que podría saltarse las normas a la torera, en pago de su buena voluntad, esperando varios meses a poder ejercer sus derechos.

Pues bien, hete aquí que ya pasó el verano, y que a Helena (con hache) le gustaría tener libres varios días de Octubre, así que, tal como le prometieron que podría hacer, solicita tres días seguidos. ¿Respuesta? Solicitud denegada. ¿Motivo? Incumplimiento de las normas internas de la empresa sobre días personales, ya que no se pueden pedir varios seguidos. Vergonzoso. Pero aún hay más.

Helena (con hache) no desespera, muy al contrario, consigue un cambio de guardia para el día del medio de los tres, y solicita de nuevo como personales los otros dos, ahora ya no seguidos. ¿Respuesta? Solicitud denegada. ¿Motivo? Necesidades del Servicio. O sea, ya con guasa.

Cuando interesó a Dirección, se le ofreció a Helena (con hache) todo lo que pidiera, a cambio de que pasara por el aro y aceptara un menoscabo en sus derechos. Ahora, cuando ya la han utilizado y no la necesitan, de lo hablado nada de nada.

Es cuento viejo éste, ya sabéis, prometer hasta meter, y después de metido nada de lo prometido, pero vamos, me sigue sorprendiendo esta actitud en nuestra cúpula directiva, cuando es sabido que más tarde o más temprano volverán a necesitar que otra persona, tal vez incluso la misma Helena (con hache) renuncie a alguno de sus derechos o realice un sobreesfuerzo más allá de lo exigible, renuncias y sobreesfuerzos que cada vez menos gente está dispuesta a hacer viendo luego el pago miserable que se da a los que bailan cuando Dirección silba. Lo peor de todo es que los servicios se aguantan en gran medida gracias a la buena voluntad de los trabajadores, y francamente, cada vez nos queda menos de esa buena voluntad, cada vez estamos más hartos de las jugarretas de los jefes. ¿Revolución? No, ni hablar. Pero pasotismo y desinterés, de eso a mansalva. No sé qué es peor...

jueves, 29 de septiembre de 2011

Ejemplo de los efectos de los recortes económicos

De entre todas las cosas que se podrían decir sobre el desmantelamiento del estado del bienestar al que estamos asistiendo impertérritos, atónitos y cariacontecidos, y como siempre he creído que una imagen vale más que mil palabras, aquí os explico una historia real como la vida misma, sacada de las noticias breves de prensa de esta misma semana. Cada cual que saque sus propias conclusiones sobre adonde vamos por el camino que nuestros responsables políticos han emprendido.

Nadia Saffouri es profesora en el Instituto Arquitecto Pedro Gumiel de Alcalá de Henares, Madrid.

Nadia Saffouri daba clases de Lengua Española, su especialidad, lo que estudió en la Universidad. Así fue hasta el curso pasado.

Este curso, sin embargo, los recortes presupuestarios que los gobiernos autonómicos, sean del signo que sean, están aplicando a los departamentos de Educación, han llevado a prescindir de todos los profesores auxiliares, interinos, eventuales y de refuerzo, de modo que todas las clases y tareas auxiliares se han de llevar a cabo por la escasa plantilla de docentes “de carrera”, es decir, con plaza fija en la administración, entre los que se encuentra Nadia Saffouri.

Así pues, este curso, a sus clases de Lengua Española, Nadia Saffouri debe añadir clases de Latín, Historia y Cultura de las Religiones, y Francés. Nadia, con el entusiasmo de la juventud, se muestra dispuesta a colaborar en lo posible, asumiendo Latín, que estudió como asignatura universitaria, y también Historia y Cultura de las Religiones, materia para la que tendrá que prepararse, pero que cree poder impartir con su sustrato cultural adquirido. Pero... ¿Francés? Ella no habla francés, no es que no sea docente de esa lengua, para lo que se supone que debería haber estudiado Filología Francesa, no, es que directamente NO LO HABLA. ¿Cómo puede dar clases de un idioma que ella misma no sabe hablar?

Nadia Saffouri ha saltado a la palestra de los medios de comunicación para denunciar esta insólita situación, provocada por los severísimos recortes que han reducido los presupuestos de Educación a pura calderilla. Tiene, sí, el apoyo de padres y profesores del Centro, que, para empezar, la ha dotado de material para que vaya aprendiendo francés, lo justito para poder luego impartir la asignatura. Sí, sí, como lo oís, apreciados lectores, ella aprende los números en francés, y al día siguiente se los enseña a sus alumnos. Y así con los colores, los objetos domésticos, etc. Increíble. Deplorable. Ridículo, incluso. Luego se quejarán del fracaso escolar y harán grandilocuentes discursos sobre la calidad de la enseñanza.

En la foto, sacada de la galería del periódico gratuito 20 Minutos, la profesora Nadia Saffouri, con el material impreso y audiovisual cedido por el Instituto Arquitecto Pedro Gumiel, con el que intenta aprender francés a marchas forzadas.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Empresa, trabajadores, despidos, (i)lógica, estrategia, planificación y perplejidad

En lo que llevamos de semana, la Dirección de mi empresa ha despedido a cuatro personas. Del Departamento de Servicios Generales, a una de las recepcionistas, de la que dicen que sufría una “evidente falta de motivación” (¿Esperaban que estuviera motivadísima para ser recepcionista?) y, de mi Departamento, al que llamaré para entendernos Plataforma Médica, a una Doctora que llevaba ya algunos años con nosotros (sin explicación alguna, nadie lo entiende), a un compañero de mi equipo espejo, es decir, el “otro” turno de Noche, un poco seco, sí, algo áspero, vale, pero vamos, que ni por asomo creo yo que mereciera el despido por eso, y a otra gestora, ésta del turno de Tarde, a la que han hecho la gran putada : Hace seis meses la “repescaron” de la empresa donde se había ido voluntariamente, convenciéndola de que volviera con nosotros mejorándole las condiciones que tenía allí, para acabar medio año después tirándola como un kleenex usado y con muy pocas expectativas de obtener algo del mismo nivel de lo que tenía.

Cuando las barbas de tu vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar, dice el viejo y acertado adagio, y así estamos todos, temiéndonos lo peor. Nadie comprende lo ocurrido, esa ligereza con que se han desprendido de gente que llevaba tiempo en la empresa y haciendo más o menos bien su trabajo, y en cambio lo que les cuesta echar con cajas destempladas a tres o cuatro desaprensivos que, esos sí, merecen sobradamente el despido.

¿Y el Comité de Empresa? A por uvas en Fuenmayor... Bien de días llevan sin dar la cara.,,

¿Y los sindicatos? Buscando a los del Comité de Empresa, según parece. Tales para cuales.

Nuestros legales representantes como trabajadores ni están ni se les espera, y mejor así. Cuando están solo sirven para liarla.

Los planes de la Dirección, sus objetivos y estrategias, es decir, si han hecho lo que han hecho siguiendo un plan predeterminado a la búsqueda de un objetivo concreto, o no, sus planes, decía, son como la estrategia del Sr. Rajoy, presidente “in pectore” del gobierno a dos meses de las elecciones (Lo que me recuerda cierta edificante historia sobre vender la piel del oso antes de cazarlo, pero no es el momento...) para sacar España de la crisis: Todo el mundo supone (quiere suponer) que tiene alguna, pero nadie sabe cual es, nadie la ha visto ni oído, ni aún imaginado, más allá de seguir el camino ya emprendido por el gobierno socialista y dar tijeretazo a las cuentas públicas recortando todos los gastos prescindibles y buena parte de los imprescindibles. Igualmente nosotros suponemos que lo ocurrido tiene un sentido, que las decisiones de la Dirección responden a un plan, pero cual sea ese plan y adonde pretenden los jefes que tal plan les conduzca, es para los trabajadores, un misterio insondable. En fin, paciencia, o mejor aún, dicho en castizo, ajo y agua.

Os seguiré informando...

martes, 20 de septiembre de 2011

De culos y políticos

El Primer Ministro de Italia, Silvio Berlusconi, ha dicho que el culo de la Cancillera de Alemania, Ángela Merkel, es “mantecoso”. Tengo por norma no hablar de lo que no sé, y como no he tenido – ni creo que vaya a tener – ocasión de tocar el culo a Dña. Ángela, omitiré impresiones al respecto, que resultarían por demás meramente especulativas. Sí diré que, siendo D. Silvio quien ha hecho el comentario, aquella parábola evangélica de la paja en el ojo ajeno resulta de plena aplicación: Puede que D. Silvio se vea a sí mismo como un auténtico Latin Lover, un seductor de cuerpo hercúleo, pero habría que verle el culo... O no. No, no, realmente, mejor no vérselo...

Peor me parece que el Sr. Berlusconi haya dicho que el culo de la Sra. Merkel es “infollable”. Ah, no, eso sí que no. El culo de la Sra. Merkel es igual de follable que el resto de culos del mundo, sea cual sea su género, edad (por desgracia), clase y condición. Quien no me crea, que ahorre, se pague un viaje a Pattaya (Thailandia), y compruebe allí empíricamente la veracidad de cuanto afirmo: No hay allí culo que esté a salvo de ser follado, siempre que haya alguien dispuesto a pagar el precio que le pidan por ello. Conste aquí que los culos mantecosos, suponiendo que así sea realmente el de la Sra. Merkel, tienen también su precio y su mercado, por supuesto que sí.

La pregunta sería por qué se preocupa tanto el Sr. Berlusconi del culo de la Sra. Merkel. ¿Será porque él gestiona Italia con el culo? ¿Supondrá por tanto que el resto de líderes lo hacen también así y toman las más importantes decisiones según les salgan del orto? ¿Se ha vuelto europeísta de pronto D. Silvio y le angustia que el culo que domina Europa, el de la Sra. Merkel, esté fláccido, caído, derrotado y sin fuerzas para afrontar sus graves responsabilidades? ¿Será cierto al final que los líderes políticos acaban siendo más valorados por el culo, el escote, la papada, las ojeras, la imagen en definitiva, que por su capacidad de gestión? Si es así, propongo ahora mismo a Miss Panamá como Secretaria General de Naciones Unidas, en sustitución del decadente Ban-Ki Moon.

De hecho, podríamos dejar de celebrar absurdas elecciones generales y sustituirlas por Concursos de Misses a nivel local, provincial, autonómico y nacional. Mejor, sí, sería muchísimo mejor así, más vistoso, claro, más televisivo, en vez esas insoportables noches electorales en que todo son cifras y datos reflejados en monótonos gráficos en forma de hemiciclo. Y que nadie se eche las manos a la cabeza con el consabido tópico de la cortedad intelectual de las misses y modelos. Con casos como el de Berlusconi, y otros tantos, que lamentablemente no es ni mucho menos el único, tal vez ni siquiera el peor, queda perfectamente demostrado que misses y políticos gozan de un parecido coeficiente intelectual...

viernes, 16 de septiembre de 2011

La sonrisa de la dermatóloga

La vida nos proporciona muchos momentos de incertidumbre, donde lo aleatorio hace que toda nuestra existencia parezca pender de un hilo. Y, a veces, realmente pende de ese hilo.

Esta tarde, en la consulta de la Dermatóloga, he vivido uno de esos momentos, cuando la Doctora, quizás con cierto exceso de teatralidad, ha rasgado el sobre en el que le habían traído desde el Departamento de Patología del Hospital del Sagrado Corazón los resultados de la biopsia.

No tuve que esperar a que la Dermatóloga expresara de viva voz el resultado que leía en el informe. Apenas ojeó el documento, una leve sonrisa, torcida y pícara, iluminó su rostro ovalado, de piel bruna, en el que brillaban dos enormes ojos verdes de cantaora gitana (Siempre se lo he dicho, que parece una cantaora gitana, por sus ojos y su tono de piel, lo que a la Dermatóloga le cabrea mucho, la verdad sea dicha, porque de gitana tiene lo que yo de Obispo Anglicano, que por sus venas corre más bien sangre centroeuropea...), y supe sin más que el resultado era positivo, o al menos no el peor de los posibles. Efectivamente, la biopsia confirmaba el diagnóstico inicial de la Dermatóloga, que aunque solicitara la prueba para descartar complicaciones, nunca creyó que no fuera otra cosa que una sobreinfección de la infección inicial mal tratada.

Me sentí muy aliviado, viendo sonreir a la Dermatóloga. Me sentí liberado del enorme peso que me oprimía el pecho y me traía a mal traer estos días pasados.

Mi mente siempre tiende a divagar, y, despreocupada de pronto, tras haber pasado duras jornadas, gracias a esa sonrisa que en mi desvarío equiparaba a la de la Mona Lisa, me hizo revivir una escena del pasado, una imagen en movimiento archivada en uno de los rincones más recónditos de mi memoria.

¿Cuanto tiempo debe hacer? ¿Veinte, tal vez veinticinco años? Entre ambas cifras estará la verdad. Recuerdo vívidamente el frío. Sí, hacía frío allí, en el recinto del Mercat del Born. Debía ser una noche de invierno. No sé qué grupos actuaban. Seguro que ninguno triunfó. Imitadores nacionales de Stray Cats, formaciones de onda rockabilly que tan en boga estuvieron a fines de los ochenta y principios de los noventa. Fue, sin duda, la primera vez que vi a la Dermatóloga, aunque entonces, por supuesto, aún no lo era, ni creo que soñara con llegar a serlo. La misma piel bruna y los mismos ojos verdes, aunque en aquella época tenía la mirada más inocente y el gesto algo más dulce, con la frescura que solo se tiene a los dieciséis años. La Dermatóloga, sí, con sus Converse de color rosa, su larga falda plisada de cuadros marrones, y la cazadora rosa con el emblema de las Pink Ladys en la espalda, acompañada de tres o cuatro amigas de su misma edad, vestidas todas igual que ella. Cuanto daño hizo Grease a nuestra generación... Aunque eso sería otra historia.

Tropezamos, lo recuerdo, cuando yo volvía de la barra, donde había comprado unas cuantas latas de Estrella Damm para mis amigos y para mí. Faltó poco para que la duchara con cerveza, siempre he sido algo torpe en estas situaciones. “Perdona” le dije, bastante cortado, que aunque soy unos años mayor que ella, sus ojos me impresionaban. Ella, la Dermatóloga, que aún no lo era, no dijo nada. Se limitó a sonreír, como esta tarde, al leer la biopsia. Y, como esta tarde, en aquel concierto, aquel lejano día de invierno de no sé qué año, en el Mercat del Born, su sonrisa me hizo sentir tan bien...

lunes, 12 de septiembre de 2011

Conclusiones lógicas (Primera parte)

¿Os preguntáis, apreciados lectores invisibles y anónimos, qué es lo que podría pasar si, habiendo bebido unos cuantos tragos largos de varios licores, tomar alguna que otra pastilla de colores, de esas que provocan vívidos sueños lisérgicos, y esnifar poco más de un gramo de cocaína, todo así, a mogollón, mezclado como en una centrifugadora, qué pasaría, digo, si una vez ingerido ese explosivo cocktail de drogas, a un auténtico gilipollas residente en cierta localidad de la costa sur barcelonesa le diera, en vez de acostarse, por ponerse a limpiar y engrasar su fusil de caza submarina?

No sigáis preguntándooslo. No dejéis que la duda os corroa.

Efectivamente, queridos anónimos e invisibles lectores, el gilipollas en cuestión ha acabado con un arpón de acero, de afiladísima punta, clavado en la cabeza.

No podía ser de otra manera...

El mundo se acaba

A... sospecha que tiene lombrices, sí, sí, lombrices, parásitos intestinales, pero no deja que nadie le mire el culo para comprobarlo.

R... me dice que los dos días sin sueldo que se ha pedido la semana que viene los va a dedicar a subirse a un escenario nada menos que en Elche, provincia de Alicante, disfrazada, vestida, pintada y caracterizada como Montserrat Caballé, y de tal guisa cantar “Insurrección”, el célebre tema de El Último de la Fila, a dúo con un tipo disfrazado, vestido, pintado y caracterizado como Manolo García.

N... ha vuelto hoy de vacaciones para descubrir que NADIE ha hecho NADA de lo que ella hace, y que en teoría debe seguirse haciendo diariamente aunque ella no esté. Pero nada, nada, de verdad, null, cero patatero, ni modificar una ficha informática ni tocar un solo papel de su departamento desde el 28 de Agosto, que es cuando se fue.

Las heridas de mis pies van mejorando, pero no acaban de sanar. Elma me las cura con esmero por la mañana y por la noche, cambiándoles gasas y vendas. Las llevo tapadas y literalmente bañadas en ácido fusídico, como me ha dicho la dermatóloga. Hago todo lo que se debe y se puede hacer, pero no acaban de sanar. Sepsis. Esa maldita palabra me ronda por la cabeza. Me da miedo, pero me ronda...

¿El mundo se acaba? No sé. Hay partidarios de que sí, muchos, particularmente, en mi trabajo. Pretendidos supervivientes que ya se entrenan para salir indemnes del desastre. Yo realmente no sé si se acabará o no el año que viene. Lo que sí sé es que el jodido mundo va mal, pero que muy mal, rematadamente mal...

sábado, 10 de septiembre de 2011

Que en paz descanses

Que en paz descanses.

Poco, quizás nada más, se puede añadir.

¿Qué decir ante la muerte de una mujer joven, de 35 años, que deja además huérfana de madre a una niña de tan solo 14 meses?

Sabía que estabas enferma, sí, me habían llegado noticias, pero no, nunca, imaginé que la situación fuera tan grave, irreversible, incurable, terminal, definitiva.

Te has ido en la flor de la edad. Un cáncer de pulmón acabó contigo en apenas un año. Todos los que te conocíamos estamos impactados. Yo, la verdad, nunca te traté mucho. Sí a tu marido, hermano de una buena amiga, vecinos de toda la vida, tu marido Jose, al que conozco desde críos, al que he visto crecer, al que ahora imagino destrozado, tirando del carro por la niña, solo por ella, por esa hija que no creo que, de mayor, te recuerde. Esa hija que dejas no sola, que tiene un padre, y abuelos, que pueden cuidar de ella, pero sí, a buen seguro, muy desamparada.

Y el modo de enterarme... qué absurdo. En medio de una fuerte (y estúpida, como casi todas) discusión vecinal, entre gritos, insultos y exabruptos. Tu suegra salió del ascensor, cruzando el vestíbulo hasta la calle. Parecía sonámbula, ajena a la bronca que se desarrollaba a su alrededor, y tenía los ojos morados de haber llorado mucho. Alguien un poco más atento, una pizca más considerado que los demás, que seguían insultándose a voz en grito, le preguntó por ti.

-         M..., ¿Y tu nuera, cómo sigue?

Tu suegra miró a quien le preguntaba estoy seguro que sin acabar de verle.

-         Mi nuera falleció ayer. Anoche, de madrugada, sin ruido, como por no molestar, como había vivido los últimos meses...

Se hizo el silencio de pronto, un corrillo de hombres y mujeres boquiabiertos mirándola con ojos saliéndose de las cuencas. Alguien, de pronto, se acordó de lo obvio.

-         Y... ¿Y tu hijo...?

Ella, simplemente, se encogió de hombros, ya sin reprimir el llanto, incapaz de decir nada más. Ni falta que hacía.

Así que te has ido, y por poco que te hayamos tratado, has dejado un hueco muy hondo en nuestros corazones.

Que en paz descanses.

Poco, quizás nada más, se puede añadir