martes, 3 de abril de 2012

Siempre vestida de negro

Siempre vestida de negro, sí.

Siempre rodeada de un aura negra. También.

Negra suerte, negra entraña, alma negra y negro corazón.

Envidiosa, rabiosa, celosa, ambiciosa. Y mentirosa. Al final, resultas asquerosa.

Se te nota tanto, pero tanto, que te mueres de celos, de envidia y de rabia...

No toleras que nadie te supere, que compañeras más novatas que tú te adelanten en el escalafón.

Pero mira, ellas valen más que tú. Es fácil eso, valer más que tú. Tú no vales nada.

Cuando eso ocurre, te sientes atacada, menospreciada, postergada, humillada, minusvalorada.

Y reaccionas violentamente. No te paras en barras, tú, cuando te sientes cercada. Si crees que alguien te perjudica, sea quien sea, que alguien vulnera tus sacrosantos derechos, no dudas en acabar con él de la manera más dolorosa y cruel, para dar ejemplo, para que nadie más se atreva a desafiarte. Qué bochornosos espectáculos nos has proporcionado, últimamente, henchida de rencor, inflamada de envidia, despedazando a tus adversarias como un jabalí herido despedazaría, si pudiera, al cazador que ha disparado sobre él. Cuanto odio atesoras, un odio infinito, tan oscuro como la más oscura de las noches... Y qué decir de tu sed de sangre, tan insaciable que nada puede calmarla... Eres el mal hecho mujer.

Negra por dentro y por fuera. Malvada y pérfida. Y peligrosa, vaya si lo eres. Muy peligrosa.

Ah, pero a todo cerdo le llega su San Martino, también a los jabalíes heridos. Algún día arderás bajo la luz del sol. Cómo voy a disfrutar viéndolo. Ardo en deseos, nunca mejor dicho, de que los dorados rayos solares deshagan tu carne pútrida, tu corazón de piedra, tu mente psicópata, reduciéndote a polvo, que el frío viento de la mañana esparcerá por los cuatro puntos cardinales, hasta que desaparezcas, hasta que no seas sino un mal recuerdo, una pesadilla lejana que, poco a poco, iremos dejando de soñar...

La imagen que ilustra el artículo, una de las inquietantes brujas góticas de Cid Silfid.

5 comentarios:

la MaLquEridA dijo...

Que horror de persona y que horror tenerla cerca.


Cuídate de semejante bicho Jan.


Un abrazo.

Doctora Anchoa dijo...

Siempre he dicho que al final todo el mundo tiene lo que se merece, de una u otra forma. Y ella también.

pseudosocióloga dijo...

Estoy contigo....ya le llegará.

Lili dijo...

Uf, que bicho de tipeja. Yo también pienso que el tiempo casi siempre pone a la gente en su lugar. Por lo que dices de ella, espero que lo veas.
Un beso

Misaoshi dijo...

Qué horror de criatura describes.

Pégale un tiro o quémala, ¡¡pero haz algo!!