sábado, 31 de diciembre de 2011

El año que acaba

El año que acaba ha sido, en general, bueno.

Si tuviera que hacer un balance del año que acaba, sin duda sería positivo.

Ha sido el año en que he iniciado la convivencia con Elma, una convivencia que, a seis meses vista, está siendo tan buena como esperaba que fuera. El año en que viví un bautizo en los Ancares (Tan señalado día como el 15-M estaba yo en medio de un grupo de irreductibles montañeses, bebiendo licor de café y orujo de hierbas y divagando sobre lo divino y lo humano...),que recuerdo como uno de los mejores días de mi vida. Ha sido el año en que sobreviví al ataque de una plaga de pulgas y la consiguiente infección posterior, el año en que me reconcilié con San Roque, y el año en que por fin creo haber hallado el camino de la felicidad, dicho sea con todas las reservas.

Y sin embargo, siendo cierto todo lo anterior... Me queda un cierto regusto amargo.

Estos últimos días del año están resultando menos plácidos de lo que debieran ser.

Solo espero que dentro de 366 días (El 2012 será bisiesto), me haya ido el año como me haya ido, que vaya Ud. a saber, no tenga ese regusto amargo que tengo hoy.

A todos vosotros, queridos seguidores, amables comentaristas, y desconocidos lectores anónimos, que en este extraño modo virtual me acompañáis en las vicisitudes de la vida, no puedo sino desearos un feliz y próspero año nuevo. Y que sigamos leyéndonos mucho tiempo más...

4 comentarios:

pseudosocióloga dijo...

Yo ni siquiera tengo regusto amargo.
Así que me conformo con que sea igual.
De todos modos, al final vas a resultar hasta optimista porque con todo lo que has "pasao"....tiene güasa que digas que ha sido bueno, pero sí, siempre podía haber sido peor.

pseudosocióloga dijo...

¡Ah!que entreis con muy buen pie en el 2012.

Mi casa de juguete dijo...

Gracias por tus buenos deseos. Yo también espero que 2012 sea aún mejor que este año que ya se nos va. Un beso.

la MaLquEridA dijo...

Mucho tiempo más Jan.


UN abrazo fuerte a ti y a Elma.