martes, 11 de octubre de 2011

Signos de crisis (II)

El mismo día laborable del artículo anterior, a mediodía. He ido a buscar a Elma a su trabajo, provisto del carro de la compra. A pesar de lo dificultoso que resulta a veces moverse en transporte público con el dichoso carro, nos sale a cuenta ir a comprar al Mercadona de la calle Valencia, muy cerca de donde ella trabaja, aprovechando las horas muertas del mediodía, en vez de perder una mañana o una tarde enteras dedicadas a la compra semanal.

Elma y yo hacemos cola en la pescadería para comprar almejas, mejillones y calamares para una paella, y un par de doradas que haremos al horno otro día. Le toca el turno a una señora, entrada en la cincuentena, alta y espigada, con la cabeza coronada de lacia melena rubia. Viste muy discretamente, falda hasta la rodilla en color gris perla, blusa negra, y una rebequita gris claro. Es ropa buena, de calidad, aunque parece muy usada, como los zapatos, tipo salón, en un negro acharolado, que han recorrido, indudablemente, muchos kilómetros. Ropa buena muy usada, síntoma inequívoco de quien ha bajado de categoría social.

-¿Cuánto vale el pulpo? – pregunta a la dependienta, que le responde una cantidad elevada.

La señora se muerde el labio, pensativa.

-¿Y… y esta sepia de aquí…?

La sepia está más asequible que el pulpo, pero, al parecer, no lo bastante para la señora, que mira al cefalópodo con un ansia pintada en el rostro como si se lo fuera a comer crudo allí mismo, pero luego, bajando la vista hacia el interior de su monedero, es como si el hambre se le pasara de golpe.

-Mira… Dame dos calamarcitos de estos más pequeños – dice al fin, señalando la pila de los más baratos – Sí, esos, no sé, no muchos, a ver, ponme cuatro, como son solo para mi marido y para mí, creo que ya tendremos…
La señora recoge la bolsa y paga el importe. Antes de irse, aún echa una mirada de verdadero deseo al pulpo...

6 comentarios:

Doctora Anchoa dijo...

Pena de la gorda, y eso que hay mucha gente infinitamente peor, que no les da ni para comprar.

Mi casa de juguete dijo...

Tengo observado que lo que más le cuesta a la gente es vivir de acuerdo con sus posibilidades económicas... Todos queremos cosas que no podemos tener, pero hay que mantenerse firme!

Misaoshi dijo...

Vaya mierda, de verdad.

De todas formas y en resumen, como dice "Mi casa de juguete", no podemos tenerlo todo.

Lakacerola dijo...

Es triste ver lo que está pasando y la situación no tiene pinta de mejorar de momento.
Buen fin de semana.

Anónimo dijo...

Uff a mí me da, realmente, mucha pena. Que alguien no pueda comprarse ropa por la crisis y tal bueno va pero cuando se trata de comida... me da bastante pena. Besos!

la MaLquEridA dijo...

Pero al menos ella tiene para comer aunque sea pulpos pequeños.



Besos Jan.