jueves, 20 de octubre de 2011

Entre hawthornias y tradescantias

Yo no sé si es por el amor así en general, por lo de la pareja que ya se sabe que siempre da problemas (A menos que te llames José Luis Moreno y saques dinero de hacer sketches casposos sobre parejas como las insufribles "matrimoniadas"), o por ese mito que todos repiten como papagayos de la convivencia, que sí, que es muy difícil, dificilísima, vamos, una dura senda a través de inhóspitos parajes...

Yo no sé por cual de esas tres cosas és, pero lo cierto es que el tener pareja y convivir con ella te cambia, sí, vaya si te cambia.

¿A qué, si no me hubiera cambiado la convivencia con Elma, hubiera pasado yo una hora entera esta tarde en una tienda de flores, plantas y decoración vegetal de la Avenida Metro de Hospitalet? ¿Y a qué hubiera regresado con Elma del brazo a mi hasta ahora desértico hogar (Desértico porque no había ni una sola planta en él) llevando sendas macetas con una tradescantia y una hawthornia como la que ilustra el artículo? (Bueno, como la que ilustra el artículo no, bastante más pequeña...)

Dios mío, nunca pensé que tener pareja afectaría a mi opinión (Hasta ayer desconocida, es decir, no tenía opinión) sobre ambientación floral...

4 comentarios:

Doctora Anchoa dijo...

Es verdad eso de que la convivencia te cambia, y si no pregúntale a El Ese hasta qué punto ha aumentado su gama cromática desde que vive conmigo XD.

Babilonio dijo...

Ya lo creo que te cambia, este tuyo es un típico ejemplo de que tu relación te enriquece. También los hay negativos pero no es el caso.
Por cierto voy a mirar lo de las hawthornias, que aparte de tener un nombre como de mucho postín, parecen una planta resistente que es lo que necesito jeje.

Un abrazo

Lakacerola dijo...

Jatetú, que hasta el husband me pregunta por mis acelgas...él, que se ha criado entre ordenadores.

pseudosocióloga dijo...

Y la de latín que aprendes.