jueves, 6 de diciembre de 2012

Fricciones

El Departamento de Recursos Humanos de mi empresa cambió este año la metodología de gestión de planning. Hasta el año pasado, en el turno de Noche seguíamos estrictamente nuestro calendario, excepto las cuatro noches consideradas “especiales”, a saber, las noches del 24, 25 y 31 de Diciembre, y la del 05 de Enero. Las demás noches festivas del año se hacían según cayeran, y en su caso se compensaban los festivos de más que hicíera un equipo con respecto a su equipo espejo pagándolas como extras. Este año, Recursos Humanos decidió que los “puentes largos” se repartieran entre los equipos, de modo que uno hiciera Semana Santa completa, y otro el puente de Diciembre, el que empieza este jueves día 06, también completo. Nuestro equipo espejo disfrutó de la Semana Santa, y ahora nos toca a nosotros disfrutar de este puente.

En la empresa de Elma, lógicamente, también se reparten los puentes. En su caso es más sencillo, porque solo debe ponerse de acuerdo con su compi, Lena, y no suelen tener problemas. Sabiendo que yo tendría fiesta este puente de Diciembre, Elma dejó que Lena hiciera puente antes, reservándose éste para pasarlo conmigo, estar juntos, y si fuera posible adelantar alguna tareas de las que tenemos pendientes por falta de tiempo. No es que tuviéramos, como veis, grandes planes para el puente, pero era NUESTRO puente.

El cabrón de Murphy (Los que me leéis hace tiempo sabéis que soy un creyente convencido de la Ley de Murphy) ha hecho que la cosa de tuerza. El pasado martes, Lena, la compañera de Elma, se lesionó en un accidente estúpido volviendo a casa, uno de esos famosos accidentes “in itinere” que quedan cubiertos por la mutua laboral. Tiene un pie hecho polvo, debe llevar muletas, y le han dado la baja médica al menos por dos semanas. Resultado, Elma va a trabajar el viernes, día 07, que en principio no le tocaba, para que no quede desatendido el servicio. Y a tomar viento nuestro puente.

Comprendo los motivos que llevan a Elma a renunciar a su derecho (Porque es SU derecho) en beneficio de la empresa. Su jefe, Gran Pau, siempre se ha portado bien con ella y en general con todos sus empleados, y no ha dudado en forzar las cosas a favor del personal cuando ha hecho falta. Elma gusta de pagar los favores que debe, y no es algo que me disguste. Si ella mantuviera su día de fiesta, lo que, insisto, sería su derecho, el viernes tendría que asumir su trabajo alguien sin idea ni preparación para desempeñarlo, pues sus tareas solo las realizan ella y Lena. Es comprensible que Elma no quiera hacer pasar ese mal trago a nadie, ni poner en peligro el servicio, y por ende su puesto de trabajo, por posibles errores de gestión. Comprensible, pero irritante.

Y es que una vez más se demuestra que el mundo está hecho a la medida de los incumplidores y los irresponsables. Más de uno y más de cuatro se irían de puente sin pensar ni cinco segundos en lo que dejaban atrás, sin preocuparse lo más mínimo de conservar y mantener lo que les da de comer. Que la empresa se apañe sola, pensarían, que yo ya me preocuparé el lunes. Hasta entonces, nada. Elma no es así, prefiere ayudar a que la empresa no se hunda, que ya bastante mal está el mercado, antes que aferrarse a un derecho que si acabara quedándose en el paro de nada le serviría tampoco.

Hemos discutido por esto, Elma y yo, no porque no comprenda lo que hace y por qué lo hace, que como ya os he dicho lo comprendo perfectamente (Y yo soy también lo bastante idiota como para hacerlo, si estuviera en su caso), sino porque me fastidia, y mucho, constatar que los responsables siempre acaban responsabilizándose, además de su actividad, de lo que hacen los irresponsables. Oiga, si Ud. tiene una empresa con un área que solo conocen dos personas, preocúpese de prever que es posible que un día necesite que alguien más pueda hacerse cargo de ese área, pues basta que coincidan, como ha pasado ahora, una baja médica con unas vacaciones, para que todo se vaya al garete. Reconozco haber expresado estas ideas en mal tono, porque me ha molestado bastante tener que renunciar al puente juntos cuando ya tenía la miel en los labios, y Elma, ofendida, no se ha quedado callada tampoco.

La cosa, finalmente, se ha arreglado, Elma y yo nunca estamos demasiado tiempo peleados. Pero manda huevos que el exceso de responsabilidad, encima de hacernos trabajar más, nos acabe provocando problemas conyugales... Como he dicho, cada día tengo más claro que el mundo es de los irresponsables...

6 comentarios:

Curra dijo...

Está claro que el mundo es de los irresponsables y de las mayorías, que prácticamente en la totalidad de los casos son ciegas y manipuladas. Pero nos quedan dos posibilidades, salir de la rueda y crear una vida lejos de la ciudad y la civilización, basada hasta donde se pueda en los valores en que crees, incómoda y sin garantías de libertad porque dependemos de demasiadas cosas como para poder movernos con libertad, o seguir donde estamos, aguantnado incoherencias y llevándonos berrinches porque el mundo no tiene un átomo de sensatez y no para de hacer locuras o de permitir que otors las hagan.
Cierra los ojos, trata - como si fuera´fácil- de olvidarte de ese puente que te hacía tanta iluisón y sácale el jugo a los dos días de fiesta que mantienes, que esos siguen ahí y te permiten menos cosas, pero que pueden ser interesantes.
Mil gracias por pasarte por mi blog y dejar ese comentario que me permitió concoer el tuyo

pseudosocióloga dijo...

Este era MI puente, el único que había pedido entodo el año y estoy en a tomar por c***(literal).
Y nadie entiende que no quiero que me lo pagen extra(que lo harán), que no quiero que me den días en navidades(que también lo harán), que yo solo quería estar cuatro días seguidos de fiesta con mi hija, en Barcelona.
"Asín" que te entiendo, estoy contigo, y encima no puedo chillarle a nadie porque la culpa es mia por no saber decir NO.
Con lo cual, también entiendo a Elma.

la MaLquEridA dijo...

Así es Janton, el mundo es una porquería gracias a los irresponsables que lo tienen en las manos.

Doctora Anchoa dijo...

Son irresponsables porque saben que pueden serlo. Se aprovechan de la situación, de que todos necesitamos un trabajo para vivir, y suelen irse de rositas.

Janton dijo...

Gracias a las cuatro por comentar, y por los ánimos... Me quedo con la frase de Doctora Anchoa, que da para un buen rato de reflexión: Son irresponsables porque saben que pueden serlo. Ya lo creo...

Willy fog dijo...

siento la mala pata nunca mejor dicho!! ánimo y celebro que el punto más importante este resuelto. Los puentes, escapadas y viajes suelen esconder estos riesgos en la pareja por los problemas de compatibilizar festivos, especialmente si salen problemas de última hora, lo sé de primera mano.