martes, 4 de diciembre de 2012

Concentración bancaria

Esta mañana he ido a hacer unas gestiones a mi oficina de la antes denominada Caixa Advocats (Caja de Abogados ) sita en la calle Roger de Llúria de Barcelona. Abrí esa cuenta hace muchos años, cuando me colegié como ejerciente en el Ilustre Colegio de Abogados de Barcelona (Qué tiempos aquellos...) La entidad era entonces, desde su fundación bastantes años atrás, una Caja de Ahorros constituída formalmente como Cooperativa de Crédito vinculada al Colegio de Abogados y que daba servicio preferente a ese colectivo profesional. Como es habitual, no había gastos ni comisiones de ningún tipo, y se ofrecían servicios específicamente pensados para el colectivo al que se dirigían: Créditos a interés cero para jóvenes abogados que financiaban los gastos de colegiación, créditos a muy bajo interés para crear, ampliar o reformar despachos profesionales, becas para prácticas jurídicas o estudios de especialización... Una entidad en suma volcada en servir al colectivo de abogados que la había creado.
 
Hace tres años, no sin polémica, la Junta de Gobierno del Colegio de Abogados decidió vender Caixa Advocats a la Caja Rural de Huesca y los Pirineos, convirtiéndose en una caja de ahorros normal y corriente, bajo la denominación comercial de MultiCaja.
 
Este mismo año, apenas hace unos meses, la Caja Rural de Huesca y los Pirineos se fusionó a su vez con otras cajas rurales aragonesas, formando la Nueva Caja Rural de Aragón, bajo la denominación comercial de Bantierra. Cada cambio de denominación de la entidad ha significado cambiar a su vez la numeración de la cuenta bancaria, así que os imaginaréis los quebraderos de cabeza para los que teníamos recibos domiciliados en ella.
 
Todo esto viene a que hoy, al actualizar la libreta tras realizar las gestiones, se acabó mi vieja libreta, que aún era la azul de Caixa Advocats, y el empleado la sustituyó por una verde claro de Bantierra. Nuevísima, reluciente... Pero que no era la mía. No sé cómo explicarlo, había una razón para que yo tuviera una cuenta de Caixa Advocats, pero de Bantierra... No, no siento esa entidad ni ese nombre como algo de lo que yo forme parte. Nunca llegué, ahora que lo pienso, a tener libreta de MultiCaja, que si no me equivoco era verde y azul oscuro. Otra denominación que me es totalmente ajena.
 
En tres años, tres nombres y tres números para una misma cuenta bancaria. Teniendo en cuenta que el proceso de concentración auspiciado por el gobierno a través del FROB no ha concluído todavía, a lo mejor aún el año que viene (si llegamos) recibo otra notificación de cambio de nombre y número de mi maltrecha cuenta. Menos mal que la mantengo como residual y ya apenas la uso...
 
Lo que explico en este artículo es una anécdota intrascendente, lo sé, si no fuera porque sirve de ejemplo del ambiente de confusión e inestabilidad que reina desde hace tiempo en la banca española. Ni se sabe ni se puede estar seguro de que la entidad a la que has confiado tus ahorros siga siendo la misma el año entrante... Ahora, ellos, la gran banca de inversiones, ellos sí que nos piden confianza a los usuarios. Confianza ciega matizaría yo... Pues esa confianza, señores, hay que generarla, no es una concesión graciosa de la sociedad, hay que aparentar al menos ser solvente y estable para que la gente confíe, y sus vaivenes empresariales no ayudan precisamente...

2 comentarios:

Doctora Anchoa dijo...

Y lo más triste de todo esto es que en cada uno de esos cambios, algún o muchos empleados habrán acabado en la calle...

Janton dijo...

Doctora Anchoa, en mi oficina no, porque siguen los mismos empleados del principio, solo han hecho que ir cambiando el rótulo de encima de la puerta, pero estoy seguro que a nivel general ha sido así como dices...