martes, 22 de noviembre de 2011

Mucho ánimo para Alma

Alma es prima hermana de Elma, y, a la vez, su mejor amiga.

Hace ya muchos años, una jovencísima Elma abandonó su aldea colgada en una escarpada ladera de los Ancares lucenses para venir a Barcelona, donde había conseguido un puesto de trabajo en una fábrica. Al llegar, y durante bastante tiempo, se alojó en casa de sus tíos Artemio e Iridia, compartiendo la misma habitación (Y al principio incluso la misma cama) con la hija de éstos, Alma. Entre las dos primas se forjó entonces una fuerte amistad que ha perdurado hasta hoy.

Pues bien, esta mañana, a Alma le han hecho un legrado en la Clínica Corachán de Barcelona, para extraerle quirúrgicamente el feto de nueve semanas que llevaba muerto en su vientre. Como las veces anteriores, la gestación avanzaba con normalidad, todo parecía ir bien, se iban sucediendo pruebas y análisis que arrojaban resultados dentro de la franja de lo habitual, y de pronto, sin ningún motivo, un dolor intenso, una hemorragia súbita… Y, en la ecografía, ya no encontraban el latido al feto. Evidentemente, porque ya no le latía el corazón aún inmaduro. Porque había muerto de muerte súbita. Sin más explicaciones.

Y sí, he dicho “como las veces anteriores”, porque no es hoy la primera vez. En el último año, Alma ha iniciado tres embarazos, ninguno de los cuales ha llegado a buen término. Las tres veces, el feto ha muerto súbitamente entre las ocho y las doce semanas de gestación. Se le han hecho toda clase de pruebas, análisis, exámenes y consultas, sin que se deduzca de todo ello ningún resultado concluyente. En teoría, todo es normal. En teoría, debería poder sacar adelante un embarazo sin más problemas de los habituales.

Pero, por alguna razón que los médicos hasta ahora no han sabido hallar, no es así. Por alguna razón, Alma ha soportado el trance de perder un hijo, y no una, sino hasta tres veces. Ya os imaginaréis que su cuerpo y su mente sufren las consecuencias.

Alma, fácil es deducirlo, quiere ser madre. Lo desea con todas sus fuerzas y todo su corazón. Aún hoy, aún después de este tercer fracaso, quiere seguir intentándolo. Yo mismo le he tramitado, a través de la empresa donde trabajo, que presta servicios a la mutua de salud de la que ella es afiliada, una Segunda Opinión Médica para que su historial médico sea examinado por algún experto de referencia internacional que pueda arrojar alguna luz sobre el asunto. Hay la sospecha, a falta de nuevas y cada vez más sofisticadas pruebas, de que se trate de una incompatibilidad genética entre ella y su marido. Se daría entonces la paradoja de que Alma podría concebir un hijo de cualquier hombre menos del hombre al que le quiere dar un hijo. Ojalá no sea así. Ojalá alguien en algún laboratorio del planeta dé con la solución. Elma está hoy acompañando a Alma, juntas como hace tantos años, sé que no querría estar en otro sitio. Yo desde aquí solo puedo apoyarlas en la distancia, renunciando siquiera a imaginar lo que una mujer en sus circunstancias debe sentir y padecer. Ánimo, Alma. No sé aún cómo, pero estoy seguro de que más tarde o más temprano conseguirás tu sueño, y serás madre. Una excelente madre, que de eso también estoy bien seguro.

La imagen que ilustra el artículo es el cuadro “Madre e hijo”, obra de Emile Munier.

5 comentarios:

pseudosocióloga dijo...

Yo sí me lo imagino y es tremendo.
Debería darse un respiro porque, hormonalmente, es mucho tute, tres embarazos en un año y podría entrar en una depresión de caballo.

Sra. T dijo...

Pues si... yo desde aquí, también le mando todo mi ánimo y apoyo a Alma en estos duros momentos.

Besillos

Doctora Anchoa dijo...

Qué penita, un besazo enorme para ella. Si los resultados son negativos, siempre le queda adoptar; incluso más bonito que crear una vida es salvar una.

Fiebre dijo...

El mismo caso de una compañera de trabajo.
El último que perdió ya no era ni "feto". Tenía 6 meses y medio de gestación,y ecografías modernas casi fotos de un bebé nacido.

La pobre lo ha pasado muy mal y llegamos a temer por su integridad mental.
Hoy, tras una baja psicológica y el empuje de su marido es una felicísima madre de dos rubios ucranianos guapísimos...¡y qué lata le dan!
:)

Animo a Alma. Esperemos que no le pase demasiada factura su historia y que la vida le traiga lo que se merece.

Co dijo...

Que triste! No debe haber nada peor que perder un embarazo. No me quiero ni imaginar lo que debe ser perder un hijo! Ojalá que Alma se recupere pronto y que la ciencia, que tanto avanza, ueda darle una solución a su problema!

Besoso y todas mis buenas vibras desde el otro lado del charco!