martes, 6 de marzo de 2012

De fines de semana

Hace tres fines de semana, hubo un momento en que parecía que fuera a acabarse el mundo. Con mi madre enferma, Elma enferma, yo incubando un gripazo... Nada salió bien ese finde. Nada.

Hace dos fines de semana, me tocó trabajar, estando yo fatal, moqueando, con fiebre, pálido y débil. Otro cualquiera se hubiera dado de baja médica, y bien que hubiera hecho. Yo, como soy gilipollas, no lo hice, aguanté tres noches consecutivas a base de frenadoles, bisolvones y bucometasanas, para que finalmente nadie me lo agradeciera, antes al contrario, quitaran gente de mi equipo para cubrir el otro equipo de noche, nuestro “espejo”, porque claro, como nosotros hacemos mejores cifras... Tócate los cojones y baila, así que hacer mejores cifras, hablando en plata, trabajar bien, solo sirve para que te penalicen quitándote personal, mientras que para el equipo que peores cifras obtiene, uséase, que peor trabaja, todo son ayudas... Que alguien me lo explique, que no lo comprendo.

Y, finalmente, este último fin de semana, el primero de Marzo, que también ha sido un rato extraño. Elma y yo preveíamos un fin de semana movidito, repleto de visitas y actividades, pendientes de dos tíos suyos que habían sufrido sendos arrechuchos que dieron con sus huesos en el hospital, eso sin dejar de visitar a una amiga en dificultades ni perder de vista a mi familia, que también parece tener la negra... Bueno, pues nada. Ni lo uno, no lo otro, ni lo de más allá. A unos les dieron el alta y marcharon con sus hijos a la costa, otra tenía a su hija enferma y no estaba para visitas... En fin. De tantas cosas que hacer, de pronto nos encontramos sin nada a la vista y más solos que la una. Ah, pero lo disfrutamos a nuestra manera, juntos. Fuimos al cine el sábado por la noche, y a comer fuera el domingo. Después tomamos café en el Jamaica, y después... Una tarde solos en casa, sin hacer nada más que disfrutar de nuestra mutua compañía acurrucados juntos en el sofá del salón.

La semana empezó ayer lunes todo lo mal que puede ir un lunes por la mañana, pero no importa. Por primera vez en varias semanas tengo las pilas cargadas. Lamento, por cierto, mi ausencia, no tenía presencia de ánimo de escribir aquí. Ahora, sin embargo, he vuelto. Trataré de ponerme al día.

7 comentarios:

Doctora Anchoa dijo...

No hay como parar de vez en cuando y recargar baterías. Espero que estéis los dos mejor.

Co dijo...

Y si, a veces los planes se pinchan y uno termina pasándola mejor de lo que imaginaba. Nada como estar en casa con los seres amados (en este caso Elma).

Y con respecto al trabajo, qué decir! A veces uno es demasiado responsable y no es capaz de hacer cumplir sus derechos (por caso cuando no se está bien de salud se tiene el derecho de quedarse en casa)entonces luego, los jefes y autoridades se cuelgan de eso y ahí no podemos quejarnos. Porque claro, la culpa no es del chancho sino de quien le da de comer!

Besos!

Misaoshi dijo...

Qué envidia de fin de semana con Elma, cine y arrumacos frente el televisor.

Al menos te desqutias de las otras mierdas, que es lo importante.

Mi casa de juguete dijo...

Regresar con las pilas cargadas...eso es lo importante! Ánimo!

Madame dijo...

ese momentito en el sofá... guardalo en tu mente y seguirás toda la semana, sin darte cuenta ya estarás a fin de semana...
besos y abrazos Jan, nos estamos leyendo.

Lakacerola dijo...

Cuidadín con las bajas, que como cojas más de 9 días, a la calle.
Abrazos.

la MaLquEridA dijo...

Juntos Elma y tu es mas que suficiente para ser felices. Deseo que ya estes mejor Jan.


Cuidate mucho.

Un abrazo.