De un tiempo a esta parte, abundan en
mi empresa, por desgracia, los casos claros de mala gestión. A modo
de ejemplo, elijo para compartir con vosotros, queridos lectores
anónimos, dos que me han tocado mucho las narices (por no
decir otras partes blandas) en los últimos días.
Ejemplo 1: En determinado momento de
una tarde cualquiera, se produce una incidencia en el cuadro
eléctrico de la empresa, y durante unos minutos, por falta de
corriente, caen los sistemas técnicos e informáticos. La Coordinadora llama al servicio técnico de
guardia,y, siguiendo sus indicaciones, resuelve el problema. La penosa instalación eléctrica de nuestro local hace que algo parecido pase cada pocos días. Pues bien, al día siguiente leo con indignación varios correos electrónicos
que la felicitan por su “rápida y decidida” intervención. Es la
primera vez en siete años que se
felicita a un empleado a título individual, como si hubiera hecho algo extraordinario. Me parece muy injusto y hasta ofensivo para
todos los que hemos pasado por similares experiencias,
para los que hemos tenido que lidiar con caídas de sistemas, apagones
eléctricos, disfunciones varias, y lo hemos resuelto como mejor
hemos podido y sabido, sin apoyo de nadie. En cierta ocasión, reinicié el servidor a ciegas, con la pantalla en negro, contando tabuladores hasta coincidir con un esquema dibujado en un papel. No quise ni quiero que
me feliciten, me sobra, esas palabras me parecen, en
general, hipócritas y vacías, pero al menos que no se me minusvalore felicitando públicamente a alguien
por hacer menos de lo que yo hice en el pasado...
Ejemplo 2: Llevamos un
año esperando que una de nuestras empresas clientes lance al mercado
un nuevo producto del que nos encargaremos de los servicios médicos y técnicos.
Hicimos la formación, lo recuerdo bien, a principios del pasado Junio. El producto iba a ser lanzado en Septiembre, luego lo
retrasaron a Diciembre, después a Marzo... Pues bien, el producto
está en el mercado desde el pasado lunes. ¿Cuando nos los
comunicaron? El mismo lunes, no hace falta más. Todo un año esperando para que al final ni nos avisen,
para que atendamos las primeras llamadas de la nueva línea con la intuición y el desparpajo como únicas
herramientas, sin tener ni idea de lo que hablamos...
Ilustrando el artículo,
un chiste gráfico de Randy Glasbergen, humorista que refleja, ácidamente, las mezquindades, falsedades, imposturas e
incongruencias del mundo laboral.
6 comentarios:
Ommmmmmmmm.
Habría que dar un premio al descontrolador del año en cada empresa, ¡¡¡se podrían encontrar auténticos talentos en ese área!!!.
Paciencia mi querido Jan, paciencia que ahorita no se puede hacer nada con lo difícil que está la situación.
Un abrazo, cuídate.
Querida Pseudosocióloga, sabiendo como sabes la de veces que hemos especulado todos entorno a tu profesión, debes saber que nunca hubiera imaginado que finalmente fueras una monja budista...
Dra. Anchoa, creo sinceramente que es el área de más desarrollo en las empresas de nuestro bien amado país, otrora llamado España...
Malque, por supuesto, ajo y agua...
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